1960
El batiscafo Trieste alcanzó el récord mundial al descender hasta 10.916 m en la fosa de las Marianas, la más profunda del océano que hasta entonces se conocía (402 km) al suroeste de la isla de Guam. Se dice fácil, pero el batiscafo soportó sin estrés una presión de 1.000 veces la presión atmosférica. El barco bajaba cuando se metía agua en unos tanques de aire puestos en sus extremos y subía cuando se le sacaba el agua. La inmersión, con sus dos únicos tripulantes, dió información geofísica de gran valor.
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